¿Podemos hacer algo para mejorar nuestro sistema inmune con la medicina natural?

Esto es algo que me han preguntado con relativa frecuencia en estos últimos tiempos, y la respuesta es que sí, tanto para estimularlo, o mejor dicho modularlo para su correcta función de defensa contra cualquier tipo de agresión externa por tóxicos o microorganismos patógenos ya sean bacterias, hongos o virus.

A veces es más importante lo que se deja de hacer que hacer muchas cosas, me refiero a que para ayudar a nuestro sistema inmune lo primero que nos vendría bien sería quitar el máximo número de obstáculos para que nuestro sistema no se “distraiga”. En este sentido estaría bien eliminar tóxicos como el tabaco, alcohol y drogas de todo tipo también sería recomendable no abusar de café ni excitantes en general.

En cuanto a la comida es muy conveniente aumentar la ingesta de frutas, de temporada mejor, verduras, especialmente de hoja verde y las de color naranja, ambas por su gran abundancia de antioxidantes en su composición; también muy aconsejables las crucíferas (brócoli, coliflor, col, etc. ), que en caso de hipotiroidismo siempre deben ir cocinadas. No olvidar los frutos secos crudos (almendras, nueces, avellanas, etc.) legumbres en potaje o en ensalada, que decir del riquísimo tofu.

Reducir las carnes rojas y aumentar el pescado aunque sea en conserva, en tal caso más recomendable en cristal y aceite de oliva. Los huevos ecológicos y los cereales (pan, pasta, arroz, etc.) integrales y si son ecológicos mejor.

El dulce es conveniente reducirlo al mínimo y los lácteos mejor yogur y queso de cabra o de oveja.

Debemos hidratarnos convenientemente, beber entre un litro y dos de agua y es interesante tomar infusiones.

Es fundamental el descanso, dormir de 7 a 9 horas y no trasnochar.

Algo muy importante para nuestro sistema inmune es la vitamina D, que cuando se mide en los análisis de sangre la encontramos baja en un porcentaje bastante alto. Además de tomar el sol, no en las horas centrales del día, debemos complementarla. Esta vitamina, a parte de beneficiarnos en cuanto a densidad ósea, también es fundamental para el buen funcionamiento vascular y cerebral y por supuesto como decía antes para mejorar la calidad de nuestro sistema defensivo.

También debemos evitar el sedentarismo, realizar ejercicio adecuado. Tampoco es conveniente un ejercicio demasiado intenso, que aumenta la cantidad de radicales libres. El ejercicio hay que adecuarlo a nuestra edad y estado físico.

Otra cuestión, fácil y económica son los ejercicios de respiración, que debe ser abdominal y tomando y soltando el aire por la nariz, movilizando bien el diafragma. Esto nos permite oxigenarnos correctamente, nuestras mitocondrias nos lo gradecerán.

Con todo lo detallado anteriormente podemos decir que estamos favoreciendo a nuestro sistema inmune de una forma fácil y asequible.

Además de todo lo expuesto anteriormente también podemos utilizar algunos complementos interesantes para nuestro sistema inmunológico.

Por un lado tenemos una serie de plantas conocidas desde hace mucho tiempo que son muy interesantes como el ajo, la genciana, el escaramujo, el jengibre y la equinacea, con la que se han realizado múltiples estudios con muy buen resultado. Las podemos tomar en infusión, decocción, extractos, comprimidos etc. Para su buena utilización es conveniente asesorarnos con alguien especialista en fitoterapia ya que según sea el caso son recomendables unas u otras y también tener seguridad para la dosis y el tiempo aconsejado de toma.

Otros complementos también bien estudiados y con resultados plausibles son los hongos como shitake, reishi, maitake, cordyceps, agaricus, etc. o una parte de su composición como son los betagalactanos por ejemplo. Ante la duda siempre asesorarse con personas expertas.

Otra cuestión importante es la gestión del estrés, ya que es un gran enemigo de nuestro sistema inmune, por lo que ante situaciones de angustia o ansiedad y nerviosismo como la que nos ha tocado vivir en estos momentos, debemos tranquilizarnos convenientemente, el miedo es el peor de nuestros aliados. Os recuerdo el trabajo de respiración, comentado anteriormente y también es conveniente la relajación y el trabajo de mindfulness, atención plena o vivir el aquí y el ahora.

Animo y utilicemos todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para nuestro bienestar y de camino para quien nos rodea.

 

Dr. Humberto Castillo Roldán. Centro CEQO.
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